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El Padrino

31 de Diciembre del 1969.

50 años después el debate sigue ahí, y todavía la gente no se pone de acuerdo, es que jamás lo harán, la opinión es diversa y las obras maestras cinematográficas hacen esto, divisiones y polémica, pero estoy seguro que por unanimidad o por mayoría de votos, los críticos y las personas que dominan las páginas que califican a las películas, como IMDB o Filmaffinity, pondrán como la mejor de la historia del cine, a El Padrino, la película que creo estereotipos de gangsters italoamericanos, y marcó generaciones de jóvenes con ganas de triunfar en el cine, fue antes y un después en la industria, haciendo una época entera con personas diciendo: ‘’Es la mejor de la historia’’.

 

¿Y por qué es una obra maestra? ¿Por qué es la mejor película de todos los tiempos? Y no solo la primera película, sino la secuela, las dos son las mejores películas de la historia de la cinematografía, pero esa es otra historia, me enfocaré solo en dar a conocer la primera de la familia Corleone. Y no solo hay una razón, sino muchísimas de las cuales engloba y crece el legado de esta maravilla del séptimo arte. Pero no hago esta opinión como aficionado de la película (que si es mi película favorita), sino como un crítico objetivo, describiendo las cuestiones cinematográficas, lo que se refiere a lo narrativo y los significados dentro del mismo filme, no lo hago como un fanatico desmedido, sino como si fuera cualquier otra película, que por supuesto no lo es.

 

Y antes de explicar esas razones que endiosan esta película del magnífico director de cine Francis Ford Coppola, voy a poner en contexto a todos mis lectores, de qué carajos hablo.

 

El Padrino, película de 1972, de la productora Paramount, interpretada por los grandiosos actores (en esa época no eran tan conocidos, ni estrellas de Hollywood) Al Pacino, James Caan, Talia Shire, Robert Duvall y por el conocidísimo Marlon Brando, hoy en la mayoría de las listas que se refieren a las películas, está como la mejor de la historia, pero así como es la mejor hoy, estuvo a punto de ni siquiera existir por las complejidades del proyecto, así como las demandas de Marlon Brando. Y al principio fue una apuesta arriesgada, ya que solo contaba con muy poco presupuesto, pongamos unos 3 millones de dólares, bajísimo para una película de una productora consagrada, sin muchas expectativas, ya que no eran conocidos los actores, ni mucho menos el director, que le hicieron el encargo ya que muchos otros directores no aceptaron dirigir la película, pero al parecer querían a alguien que tuviera descendencia italiana, además que conociera lo qué es la familia en esa cultura, como en Italia, donde la familia es lo máximo que puede haber (claro, después de dios). Nadie esperaba nada de la película, ni siquiera los propios productores, pero en esos años en Hollywood y en Estados Unidos, estaba en tendencia que directores jóvenes dirigieran películas de los estudios, ya que necesitaban sangre fresca y nuevas ideas revolucionarias, copiando un poco a lo que sucedía en Europa, donde en la época de la postguerra, el cine fue liderado por jóvenes que recibían toda la libertad creativa para realizar sus películas, expresando sus pensamientos, haciendo realidad las ideas que tenían, por más locas o surrealistas que parecieran, y eso quiso hacer el sistema hollywoodense, copiar lo novedoso del viejo continente, contratar directores jóvenes, darles la creatividad y conectar con otro tipo de audiencias, que en ese momento había toda una revolución cultural como los ‘’hippies’’ y además la Guerra de Vietnam. Momentos difíciles sin duda, pero usados por los estudios para renovar su propuesta, entonces así fue como Robert Evans, en aquellos años, jefe de la productora consagrada, Paramount, contrató al inexperto y poco reconocido, Francis Ford Coppola, para que dirigiera y adaptara a la pantalla grande, el éxito literario escrito por el italiano Mario Puzo, El Padrino. 

 

Y este es el inicio de esta maravillosa historia, cómo cambió el cine para siempre y volvería a hacer igual, ya que no hay una obra tan buena que se le acerque a la altura de perfección, ni que le supere. Modificó el cine de gangsters, así como la narrativa en películas policiales y de crímenes, El Padrino, jamás será superada. Tres horas de duración de un cuidadoso estético preciso, así como de actuaciones legendarias, situaciones memorables, diálogos inolvidables e igualmente, frases que quedarán para la eternidad, como esta: ‘’Le haré una oferta que no podrá rechazar’’.

 

Ahora, ¿por qué me gusta tanto El Padrino? La mafia, la historia de la organización criminal desde una perspectiva diferente la cual se impone desde la visión de la familia, porque la familia para un mafioso siciliano de antaño, lo era todo, sino pregúntenle a Don Vito Corleone. La historia se cuenta con todos los integrantes de la familia Corleone, y todos tienen importancia, desde Constanza, que también adquiere un papel  aunque fuera secundario, muy significativo por lo que pasa en el relato. Fredo, el hermano tonto y desapercibido, y que estorba un poco, por eso lo mandan a Las Vegas (pero esa es otra historia), Santino, el hermano impulsivo, el cual ha aprendido de los negocios de su padre desde niño, pero este en cambio quiere ser el líder, lo opuesto a Michael. Vito, un hombre muy poderoso, el cual es tan racional y pensante, que a pesar de que le ofrecen una gran cantidad de dinero para empezar a traficar drogas, él dice que no, pensando en su familia y su seguridad primero. Y Michael, que va tomando importancia con el pasar de la trama. 

Lo muestran en la primera escena en la boda de su hermana, junto a su nueva novia, Kay Adams, (y también insegura) como un hombre frágil, inseguro, delgado, con su uniforme del ejército, y sobre todo, alejado de los valores de la familia, ya que desde el principio él le afirma a Kay, que no tiene nada que ver con los negocios de la familia. Pero poco a poco, con el transcurrir de esta bellísima historia, y con la música de Nino Rota, Michael Corleone, un hombre joven, con ideales diferentes a los de su familia, universitario, y recién llegado de la Segunda Guerra Mundial, se va corrompiendo, sus ideas y principios van cambiando, volviéndose exactamente como no quería ser, como su familia. No del todo como su hermano Santino (Sonny), pero sí se convierte bastante como su padre, Vito, un hombre racional, educado, que escucha, soluciona, cuida a su familia, pero al mismo tiempo, explosivo (pero tranquilo), sangriento (como lo muestra la última secuencia), vengativo 

(el bautizo) y ambicioso. Por estas razones, El Padrino me encanta y es perfecta, la razón principal es la historia de un hombre corrompido por las situaciones fuera de él, como su es familia, por lo que pasa, las consecuencias, y porque poco a poco van cayendo sus hermanos y su padre, entonces él debe tomar el testigo si quiere que su familia siga siendo respetada y con altos poderes en Nueva York, no puede perder lo que ha construido Vito. Michael se convierte en un hombre muy malo, un monstruo, su maldad se nota a partir de la escena donde tiene una reunión en un restaurante con otro mafioso y con el jefe de policía (no les contaré, pero ya sabrán de qué habló), a partir de ahí Michael cambia, no es el mismo Michael después de eso, se vuelve en un hombre frío y malvado. Y al final de la película, no hay duda, a través de una maravillosa narrativa, el espectador se puede dar cuenta fácilmente cómo Michael se ha corrompido, Michael con el que empezó la película, no queda nada, y eso es lo increíble de la película, la construcción que tiene, el arco dramático de sus personajes, la maldad, pero sobre todas las cosas, la importancia de la familia, por estas razones, es la mejor película de la historia.

 

 

 

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