Otra Ronda ‘‘La celebración a la vida‘‘

‘’¿Qué es el amor? Un sueño. ¿Qué es la juventud? El contenido de un sueño’’. 

 

Justo hace un año vi una película que se ha vuelto indispensable para mí en mi vida, en mi pensamiento, pero también cuando una persona me pide que le recomiende una película, y entre esas recomendaciones siempre digo desde entonces: ‘’Vean Druk (danés) u Otra Ronda, en español, de mis película favoritas’’. Y quizá ni me hagan caso, no entiendan o no les llame la atención la película cuando se las menciono, tal vez por su país de origen, por los actores, porque no conocen de cine internacional o tampoco les interesa ver películas ‘’diferentes’’, pero soy afortunado en que soy de los muchos que han disfrutado intensamente viéndola y que me ha cambiado en parte mi vida, sobre todo en el modo de pensar y de vivir, ya no lo hago igual.

 

Para no alargarme más en la introducción, escribiré ya acerca de la película por la cual están leyendo este artículo, y no es otra que Druk (Me gusta llamarle Drunk), de Dinamarca, del gran director danés Thomas Vinterberg, hombre que dirigió dos obras maestras danesas contemporáneas, como La Celebración y La Caza, y si no saben ni cuáles son esas películas, háganse un favor y busquenlas, porque les prometo que no se arrepentirán y les encantarán, son absolutas delicias cinematográficas, en la historia, en las actuaciones y en el modo de filmar. 

 

Druk es una historia que te lleva a pensar de otra forma la vida, no solo a vivirla, sino a intentar disfrutarla, pero no de cualquier modo, sino con alcohol, sí, no estoy equivocado, lo que propone el director al escribir el guion es que veamos esta otra opción, disfrutar la vida y vivirla con un poquito de alcohol en las sangres, solo un poquito pero diariamente, con tal de que estemos relajados, abiertos de mente, felices y también desinhibidos. Esa es la trama de la película, vivir diariamente y también hacer las labores rutinarias como lo son trabajar, estudiar, estar con la familia, sacar al perro, con alcohol en el cuerpo, tomando 3 copas de vino, 2 de vodka, 3 cervezas, y más, con tal de alcanzar el nivel deseado que nos lleve a ser felices diario, ¿ya ven? No es tanto alcohol en el día, podemos hacerlo, el problema es mantenerte con ese nivel, sin necesidad de tomar más del nivel acordado y que no se baje el efecto. Y esto que escribo no me lo invento yo, ni el director, no, está basado en una teoría de un psiquiatra noruego, Finn Skarkerud, quien escribió en un libro de vinos, que el ser humano está sometido a mucha presión diaria, por lo cual un 0.05% de alcohol en la sangre todos los días cambiaría nuestra percepción de la vida y nos relajaría. Y con esta teoría, los protagonistas de la película, que son cuatro maestros de preparatoria en Copenhague, totalmente aburridos, con malas relaciones con su familia (algunos), cansados y deprimidos de la vida, deciden llevar a cabo el experimento del alcohol, tomando diario durante su trabajo en la escuela en la semana, y cuando llegan a casa (Los fines no, ni después de las 8), con el propósito que su trabajo mejore, ya que los alumnos se aburren con sus clases banales,  ellos se diviertan más y hagan su labor con pasión, tengan mejor relación con su familia, hijos y esposas, y que vivan la vida con mayor felicidad, ese es el objetivo ¿lo logran? No les diré, mejor vean la película.

 

Y ¿qué es lo que hace interesante a la película? No solo la trama, ya que maneja el tema del alcohol sin tintes moralistas, sino realistas, llevando a los protagonistas al límite, sin tapujos, de la euforia de la borrachera a un bajón y caída libre sin meter las manos, a eso los lleva, pero sin caer en debates si está bien o no beber alcohol, el guionista (que es el mismo director), trata de que la audiencia, cada quien saquemos nuestras conclusiones, pero los protagonistas lo hacen por nosotros. No es eso, sino lo interesante, es la historia de los actores, Martin, interpretado por el sensacional Mads Mikkelsen, es un maestro de 48 años, que es al que se le en mayor arco dramático, y el que más cambia a lo largo de la película, ya que de ser un maestro que da las clases sin motivación donde sus alumnos se duermen y no les interesa escucharlo más (eran las clases más aburridas que existen), se vuelve el maestro más querido ya que a partir de comenzar el experimento, sus clases cambian, se vuelven interesantes, divertidas, los jóvenes participan y comparten sus ideas, cuando antes ni cerca estaban de hacerlo. Incluso con su familia le va mejor, antes del experimento, ni se notaba su presencia ni con sus hijos y mucho menos con su esposa, pasaba desapercibido para cualquiera, pero gracias a la bebida, a esa gran excusa, vuelve a ser un gran padre, totalmente motivado, su esposa se vuelve a interesar en él y su matrimonio mejora. ¿Ya ven? Que el alcohol no es malo, al protagonista le va muy bien, nada mal eh. Pero, ¿qué pasa cuando subes la dosis y no puedes controlarlo? Bueno, no les diré si le afecta o no a Martin, pero sí cambia totalmente cuando empieza a beber más y más.  

 

Y otro personaje muy interesante, el cual les incita a beber y es él el que tiene la grandiosa idea de beber todos los días y les comparte la teoría a sus amigos durante la cena de su cumpleaños, es Nikolaj, el maestro de filosofía y psicología, quien tiene una vida difícil con su esposa y sus tres hijos, niños pequeños. Es quien a lo largo de la película les incita a tomar al grupo con la justificación del experimento, este hombre tiene unas ideas muy buenas eh. Y los otros dos, también interesantes, son Tommy y Peter, el primero maestro de deportes quien después de beber un grandes cantidades de vodka logra que el equipo de fútbol juegue como el Brasil de los 70, o Peter, un músico frustrado y soltero, que es la persona que mejor termina en la historia. Todos ellos hacen de la película una fascinante historia de alcohol, risas y dramas incluidas, mucho sufrimiento y sobre todo aprendizaje.

 

¿Qué busca la película con todo esto? Que amemos a la vida, que disfrutemos, con o sin alcohol, que encontremos motivaciones y cambiemos la tristeza y desilusiones por razones para vivir aunque sean momentáneas, como lo hicieron los personajes de la película con el alcohol, que los llevó a sentirse bien por algunos meses, y mientras duró su experimento su estado de ánimo era mejor que antes. Y quizá así debamos vivir, no necesariamente tomando alcohol en nuestra vida diaria mientras trabajamos, no, ¿o sí? No, sino encontrando motivaciones para salir de la monotonía de la vida rutinaria que puede llegar a cansar. Un personaje de la película le dice a su profesor una cita bellísima durante un examen: ‘’El concepto de ansiedad de Kierkegaard ilustra como un ser humano afronta la noción de fallar y el haber fallado. Debes aceptarte a ti mismo como falible, para amar a los demás y la vida”. Hay emborracharnos de la vida y que la vida nos lleve a quererla vivir intensamente aunque haya problemas, muertes y desilusiones, como fue el caso del propio director, quien perdió su a su hija, fallecida en un accidente de tráfico días antes de empezar la filmación, incluso ella iba a actuar como alumna de Martin. Esto le detuvo a pensar si debía hacer la película, pero gracias a los actores y a su propia hija fallecida que fue su gran motivación ya que amaba la idea y el guion, lo motivó a hacer la película a pesar de su gran dolor y pérdida, fue su duelo, y le dedicó a su hija Ida la película, celebró a su hija con la vida, como es la trama de la película. Y es lo mismo que hace Martin al final de la historia, con una de las mejores escenas que hay y de un final grandioso, el cual asombra, y enamora, y lo hace únicamente con el pretexto de celebrar a la vida y a los que se han ido, y así es cómo deberíamos vivir, emborrachandonos y celebrando diario la vida.