BARDO: FALSA CRÓNICA DE UNAS CUANTAS VERDADES DE IÑÁRRITU

 

Para empezar, ¿qué significa esta bella palabra tan usada extrañamente por los hispanohablantes? Bardo, para la cultura celta y en muchas partes de Europa también, era la encargada de transmitir las historias, leyendas y poemas de forma oral hacia la gente de diferentes pueblos. Poeta lírico o heroíco. Eso es un Bardo, pero para Alejandro G. Iñárritu, ¿qué es el Bardo?  Un estado mental en que el personaje viaja a través de sus recuerdos, memorias, sueños y deseos, en el que está en una autoficción, para nada biográfica, eh Alejandro, no, para nada. ¿Por qué me cuestiono qué es Bardo para el director de cine mexicano llamado Iñárritu? Por su última gran película que ha realizado, la cual se llama así, y también porque acaba de salir en cines en México y en Estados Unidos, después de haberse estrenado en varios festivales como Morelia, Venecia y Londres.

 

¿Qué es Bardo? Una película compleja, con una narrativa poco convencional, pero la cual funciona increíblemente, ya que es una historia difícil de entender, pero que al mismo tiempo puede conectar con muchas personas a través de las experiencias, sensibilidad, escenas de baile, lugares, momentos, escenas, y sobre todo por la fotografía, que es brillante, es sin duda, lo mejor de la película, junto con la actuación espectacular de Giménez Cacho, grandísimo actor. Bardo es la historia de Silverio Gama (Giménez Cacho), un periodista mexicano, convertido en documentalista que vive en los Estados Unidos, y que regresa a México, a su país después de 21 años, para recibir un premio de gran prestigio, en el camino de su aventura en el regreso a su país, Silverio batalla y reflexionará con momentos duros y críticos sobre su trabajo, las personas que ha conocido a lo largo de su vida, el éxito, sus padres, pero sobre todo con su vida, ese es la gran cuestión de la película, el ser y la vida, en este caso entrará en ese debate filosófico, Silverio, estará en un Limbo, un momento surrealista y donde la realidad puede confundirse con los sueños. 

 

Línea de Bardo**** SPOILERS

 

La película empieza con el final, sí, así es, está narrada a través de una anacronía, que es cuando una historia comienza con su final, pero regresa al punto de partida donde empezó todo y vuelve al final, un poco complejo, pero es entendible. A pesar de que Bardo pueda ser compleja, surrealista, en ocasiones lenta, onírica, extraña en su concepción, en historias, que den saltos de tiempo y espacio sin explicación alguna, y que vuelvan otra vez a una escena que ya había sucedido, bueno, Bardo es una historia que se puede entender muy bien, apreciar, conmover e identificarse con mucha gente por los temas tan difíciles emocionalmente que trata esta película. Pero como dice su director acerca de la trama de la película (ya que mucha gente no entiende de qué trata) Alejandro G. Iñárritu: ‘’no hay nada que entender, solo mirar y apreciar, disfrutar también este camino, ir con el cerebro en piloto automático, donde no existe ni la lógica, ni la razón, la racionalidad no existe al ver esta película, simplemente usar la mente que piensa, el corazón, ya que se trata de sueños, y de eso se trata el cine’’.

 

Para los budistas, Bardo es el estado de una persona mientras está entre la muerte y reencarnación, donde se experimentan visiones sobre la vida, recuerdos y memorias dejados atrás. Entonces, para comprender mejor la película, hay que entender la palabra Bardo, ya que tiene demasiada importancia en toda la historia, ya que es ese el mismo estado en el que vive Silverio Gama hasta sus últimos momentos, cuando deja de existir, muere, pero que va recordando y dejando sus memorias en el tiempo y con el paso de la trama. Y en ese mismo estado viven sus hijos y su esposa. Su hijo Lorenzo, vive con esa sensación de el país que no le pertenece pero que es el de su papá, México, ya que él creció en Estados Unidos, y vaya que durante toda la película le recrimina eso a su papá y pone en juicio su verdadero amor a México (tema bastante usado en la película). Camila, que se encuentra en un punto de lo que no fue y que quiere conocer el verdadero México, a pesar de las advertencias y de las razones por las cuales Silverio, se fue hace 21 años. Y por último, Lucía, su esposa, interpretado magistralmente por la argentina Griselda Siciliani, ella vive en el trance que fue perder a su hijo durante el parto, solo vivió 36 horas, como lo dijo Silverio, todo ese lapso de duelo y lo que pudo ser, además de las memorias y la forma en que interpretan la perdida de su hijo con una fantastica escena, además de dura, cuando Silverio tiene la inetnción de hacerle sexo oral, pero por la vagina aparece la cabeza del bebé, que fuerte, pero con un significado especial y más difícil aún cuando lo vuelve a regresar. Ese suceso difícil es el que la mantiene en el Bardo, pero poco a poco se siente lista para dejarlo ir, como lo fue en esa escena bellísima donde como si fuera una tortuga al nacer, lo dejan ir por el mar, poético y hermoso, tal cual como es el Bardo. 

 

¿Bardo es pretenciosa? ¿Es una obra mamona de un director mamón?

No, no lo es, aunque en distintos festivales, como en Venecia, la calificaron como un ejercicio completamente narcisista, o una historia de Iñárritu al cubo. Es entendible, ya que el director se inspiró en sus propias vivencias y experiencias para realizar la película, como lo fue la vida de un inmigrante de clase privilegiada, que se va de México para tener todavía una vida mejor, Clase A, como lo dicen en la película, muy diferente a lo que viven los migrantes cuando pasan por el desierto (otro tema expuesto en la película). Entonces, todas estas vivencias de un director privilegiado puede llegar a malentender su visión y malinterpretar la película. Es totalmente válido que Iñárritu haga su discurso, dé su opinión, exponga su vida, su obra y quiera construir un alter ego basado en lo que fue él y lo que vivió, es totalmente aceptable, ¿por qué no? Solo porque es privilegiado, no, no es así, ya que también se burla de él mismo y de las clases sociales altas, también lo hace. ¿Es pretencioso? Esa palabra es confundible y mal usada, pero esta película claro que no es pretenciosa, porque pretende ser algo, pero al mismo tiempo da la opción a los espectadores de que ellos vivan, sueñen y aprecien su propio viaje en el Bardo. 

 

Bardo es una película espectacular, cómica, nada aburrida, con imágenes bellísimas, una fotografía alucinante, actuaciones espléndidas y una narrativa demencial, que en conjunto forman un ‘’Guacamole de todo lo que es México’’ (palabras usadas por el director para describir su película). Toca temas difíciles, como el éxito, la televisión y lo comercial y simple que es, la migración hacia Estados Unidos, perder a un hijo, a un ser querido, los desaparecidos que ha tenido México durante los últimos años, la inseguridad del país, la violencia, las drogas, la conquista y lo que pudo ser y lo que es ahora, en fin, toca temas y es narrada a través de una óptica diferente, de una persona que lo ha vivido todo, que es un director que migrado y que es surrealista. ¡Una chingonería absoluta!  

 

Como dijo Iñárritu: ‘’No hay nada que dé más hueva que contar la historia de mi vida’’.